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JEAN ANTHELME BRILLANT-SAVARAIN EN LA HISTORIA DE LA GASTRONOMIA


Los contemporáneos de Jean Anthelme Brillat-Savarin (abril de 1755 - febrero 1826) lo definían como un hombre de gran apetito, alto y pesado en los movimientos, poco hablador y cuando lo hacía tenía una conversación tarda, indiferente y monótona. Un solterón y magistrado que pasó por la vida dormitando tras comer en las mesas del príncipe de Talleyrand, del marqués de Cussy o de Juliette Récamier, que dijo perlas como: "La revolución no turbó jamás mis digestiones" y que dejó para la posteridad un libro gastronómico inteligente y espiritual, primer tratado de gastronomía, titulado 'La fisiología del gusto', que se editó cuatro meses antes de su muerte sin nombre de autor.
Defensor de la pena de muerte, diputado en 1789, a principios de la Revolución Francesa, adoptó el apellido Savarin como consecuencia de la cláusula de una herencia de una tía suya que la hacía condición indispensable pera poder cobrarla; primo de la famosa y bella dama Juliette Recamier que fue su valedora hasta que la revolución se encargó de devorar a sus progenitores, como siempre suele ocurrir, debiendo escapar primero a Suiza, después a Holanda y por último a un recién estrenado país llamado Estados Unidos de América donde se tuvo que ganar la vida como profesor de francés y violín, llegando a ser primer violinista en el Park Theatre de Nueva York.

Pero no sólo dejó de herencia a la humanidad el famoso libro, también una receta de las llamadas de 'alta cocina' que dedicó a su madre Claudina Aurora Récamier y que traducida al castellano lleva el nombre de 'La almohada de la bella Aurora'. Este plato es un pastel rectangular de corteza dorada, orlado por un crujiente encaje tostado y de relleno mullido. Su receta nos llegó gracias al libro 'Table du pays de Brillat-Savarin' de Lucian Tendret, siendo su fórmula confusa y fastuosa y que quizá el cocinero Philéas Gilbert lo hizo coherente y simplificado. Copiar dicha fórmula gastronómica sería ardua pero principalmente está compuesta, para ocho personas, por un faisán, un kilo de foie-gras, dos perdices, un râble de liebre, un pollo, un pato, media libra de lomo de cerdo y un filete de buey. Con ello, champiñones, trufas, huevos, pistachos, manteca de cerdo, mantequilla y la necesaria cantidad de harina. Se comía a las veinticuatro horas de su cocción, al final de la cual se doraba la pieza, barnizándola con una pluma de pollo mojada en dos yemas de huevo disueltas en agua fría.
Brillat-Savarin es famoso, también, por sus sentencias mezclas de humor impertinente e insolente, como su contemporáneo y ya biografiado Grimod de la Reynière, y para muestra sirvan este botón: "Un postre sin queso es como una bella dama a la que le falte un ojo".

El gusto por la comida y la soltería debió ser algo genético ya que su hermana Pierrette, que le sobrevivió, cuentan que murió sentada en la mesa de una apoplejía en el momento que le gritaba a su sirvienta: "Y ahora, hija mía, tráeme los postres", pero claro cuando ocurrió su deceso tenía 99 años y diez meses, muchos para ser tan glotona.

La otra historia que encadeno en este artículo poco tiene que ver con la de Brillat-Savarin pero sí se desarrolló en la misma época y tiene un nombre como nexo de unión, el de la bella Aurora, que nada tiene que ver con la madre de nuestro anterior biografiado, pero si con la hostelería y de como un hombre puede 'perder la cabeza' por una bella dama, aparte de haber sido amigos personales ambos biografiados.
Durante la Revolución Francesa en París había una posada en lo que hoy es la actual calle o barreduela, callejón o adarbe, (que todos esos nombres tiene una calle sin salida), Gomboust, situada entre la Avda. de La Ópera y los Jardines de las Tuileries, que era famosa quizá no tanto por sus comidas como por su posadera, de la que no he encontrado una imagen ilustrativa, la cual llenaba sus mesas de hombres que la miraban embelesados. Entre ellos estaba uno temido y famoso en la Revolución llamado Louis Antoine Leon Sain-Just (1767-1794), apodado por todos el 'Arcángel de la Muerte', alias que le venía por ser el artífice del inagotable trabajo que tuvo la guillotina en los años de Terror. Abogado, escribe en 1789 un largo poema, compuesto por 8.000 versos, titulados 'L'Organt' en los que se instaba al corte del cuello del rey y los nobles; con el tiempo pasó a ser la mano derecha de Robespierre, llegando a ocupar en 1794 el cargo de presidente de la Convención, interviniendo directamente en la sentencia que condenó a Danton.
Pues este 'angelito' aterrizó en la posada de la bella Aurore la mañana del 9 de Termidor, llevaba en su bolsillo el discurso contra Carnot y Tallien que debía pronunciar horas más tarde, su postura de 'dandy' no le valieron de nada ante hembra tan despampanante y tuvo que salir de allí muy impresionado porque el discurso que tenía preparado, según cuentan los historiadores, fue triste y desapasionado lo cual hizo que tanto Robespierre, Fourquier-Tinville, Couthon y el mismo fueron desfilando hacia la guillotina, que entonces la justicia y la política estaba tan sedientas de sangre que no había vencido sin su ración de corte de cuello, ni vencedor con una larga vida, así son las revoluciones.
Desde los años 1938 hasta 1966 funcionó un restaurante en el mismo lugar de la posada que se llamó 'Relais de la Belle Aurore' en recuerdo de tan bella dama que libró al país de semejante hombre sanguinario, su decoración era estilo de la Revolución con toda la faramalla jacobina y cuya especialidad eran los entremeses y un pollo Belle Aurore, supongo que guillotinado.

HISTORIA DE LA GASTRONOMIA EUROPEA SIGLOS XVII Y XVIII


Durante el reinado de Felipe III se produce el cambio de la economía española. Se cierra la fase expansiva del Quinientos y se inaugura la fase depresiva del Seiscientos caracterizada por la pérdida de seguridad en el Atlántico, la gran epidemia de 1598 a 1600 que se llevó un 15 % de la población, las guerras con Portugal, la mediocridad de reyes y validos y la expulsión de los moriscos que eran los que cultivaban la tierra.

Una de las consecuencias es la aparición de los pícaros de cocina que, acuciados por el hambre, se acomodaban en las cocinas de los grandes señores. Los conocemos gracias a Cervantes, en "El Quijote" y en su novela ejemplar "La ilustre fregona"; la cocina de la goyesca duquesa de Alba todavía estaba llena de estos seres. Mientras tanto, Francia, bajo el reinado de Luis XIV, sustituye a España en su papel político hegemónico e impone para siempre sus gustos en la gastronomía de Occidente. Dicho rey era chillón y de una escandalosa gula que, según cuenta su cuñada, se saciaba en la comida, con 4 platos de distintas sopas, un faisán entero, una fuente de ensalada, una perdiz, una pierna de cordero y varios platos de dulces y confituras.

El refinamiento de la cocina francesa llega a un grado extremo con su sucesor Luis XV, es la época en que los grandes platos llevan los nombres de personajes como el mariscal de Villeroi, que dió su nombre a las pechugas empanadas a la Villeroi. El duque de Richelieu, cuando conquistó Mahón, conoció la salsa mahonesa y la hizo famosa en su patria. Aparece el champagne en su forma de vino espumoso que debe su triunfo a Mme. de Pompadour, que afirma que es el único vino que, aun bebido en exceso, hace más bellas a las mujeres. Ahora los aristócratas se disputan los grandes viñedos que siempre pertenecieron a los todopoderosos conventos. De 1733 es el primer libro moderno de cocina francesa, redactado por Vincent de la Chapelle y titulado "La cocina moderna"; en él aparece escrita por primera vez la forma de elaboración de la salsa bechamel.
Veamos la receta de esta socorrida salsa: Se fríe en una sartén una cebolla previamente triturada, con 6 cucharadas de aceite o mantequilla; a continuación, se añade 3 cucharadas de harina y, removiendo continuamente con un tenedor, se van echando muy despacio 3/4 de litro de leche. Se cuece todo durante 10 m. a fuego mínimo. Antes de apagar, se puede añadir a la salsa trocitos de trufa, caviar, piñones o champiñones.

En los últimos años del reinado de Luis XVI, aparecen los años de hambre, por las malas cosechas de los cereales, y, para suplir su carencia, el boticario Antoine Auguste Parmentier convence a los franceses de consumir el tubérculo más nutritivo: la patata. El 25 de agosto de 1785, en una gran recepción en Versalles, para celebrar el santo de Luis XVI, Parmentier se abre paso entre los cortesanos con un ramo de flores malvas y, cuando llega ante el monarca, le dice: "Señor, quiero ofreceros un ramo digno de Su Majestad: la flor de una planta que puede solucionar la alimentación de los franceses".

Así se introdujo la patata en palacio que poco a poco fue cultivada en los huertos de los nobles, sin embargo, los campesinos y las clases más populares eran reacios a este producto porque crecía bajo tierra, pero la Revolución francesa y las guerras napoleónicas, con sus hambres, consiguen que este cultivo se extienda por Francia y por toda Europa. En Alemania, en estas mismas fechas, Federico el Grande firmó un decreto que obligaba a los campesinos a cultivar la patata. Llegó a colocar soldados por todos los campos prusianos para comprobar el cumplimiento de su decreto; a partir de este primer contacto "manu militari", el alemán y la patata han quedado unidos para siempre: la toman en puré, la cortan en lonchas y dados, la reducen a fécula y la hierven para hacer aguardiente.

Son los maestros del suflé de patatas, que acompaña en el plato a las salchichas frankfurt, las chuletas de cerdo o la tortilla de vegetales, y que elaboran de la siguiente manera:
Una vez pasado por el pasapurés un kilo de patatas hervidas, se añade a éstas 80 g. de mantequilla, una pizca de nuez moscada, cuatro yemas de huevo y un vaso de nata, y se mezcla todo despacio. A continuación, se echa 4 claras batidas a punto de nieve, mezclando lentamente de abajo arriba. Se vierte la mezcla en un molde untado con 20 g. de mantequilla y se cuece, en el horno, a fuego moderado, durante 20 minutos.

En Inglaterra, triunfan las patatas al vapor y las patatas fritas con pescado también frito, base del famoso plato tan popular en las calles de Londres "fish and chips". En Italia, la patata ya era cultivada por los carmelitas descalzos desde fines del Quinientos, pero de todos los frutos exóticos traídos de América por los españoles, el que tuvo más éxito fue el tomate, "il pomodoro" (manzana dorada) unido casi maritalmente con la pasta que, como ya hemos dicho en capítulos anteriores de nuestra Historia de la Cocina, ya era producida en estas tierras en la Edad Media, gracias a la intervención de los árabes.

De la época que ahora nos ocupa procede la leyenda de los tortellini de Bolonia, pasta cuya forma se inspira en el ombligo de la diosa Venus que, en una de sus últimas apariciones en la Tierra, pasó por la Romaña acompañada de Baco y Marte, durmió en una hostería y a la mañana siguiente fue sorprendida desnuda por el cocinero: éste se dirigió a la cocina, tomó la pasta y, recordando lo que acababa de ver, elaboró las piezas de tortellini.

Se pica una cebolla y se sofríe en una cazuela con tres cucharadas de aceite, una nuez de mantequilla y dos hojitas de salvia. Se añade a continuación 400 g. de setas limpias y cortadas a rebanaditas. Rehogarlas y sazonarlas con sal y pimienta. Se suma a todo ello dos cucharadas de sofrito de tomate y dos cucharones de caldo de verduras y se deja cocer durante veinte minutos. En una olla aparte, se hierve 500 g. de tortellini en agua con sal. Una vez cocida la pasta, se escurre, se vierte en una fuente y se echa por encima el preparado de setas, una nuez de mantequilla y una trufa cortada en finas rebanaditas.

Como postre, podemos preparar un zumo de tomate, a base de triturar 3 tomates bien rojos con 8 cucharadas de agua, un pizca de sal, pimienta y azúcar, y unas gotas de zumo de limón. Si a tres partes de zumo de tomate, le añadimos una de Vodka, podremos saborear el clásico cóctel inglés "Bloody Mary".

VIDEO PREPARACION QUICHE LORRAINE Y RECETA

Quiche mediterráneo con tomates, cebollas, pimientos rojos
Quiche lorraine entero (recién salido del horno)


En cocina, un quiche es un tipo de tarta salada, inicialmente típica de la cocina francesa. Se elabora principalmente con huevos y nata envueltos en una corteza de masa a base de harina que se cocina al horno. La posibilidad de incluir otros alimentos en él permite que haya innumerables recetas con carne, vegetales (apio, pimientos, cebollas, puerros, etc.) y quesos diversos que se añaden a los huevos batidos antes de llevar al horno.

Etimología


La palabra quiche se deriva del dialecto lorenés del francés (palabra incorporada en el año 1941 al inglés).
Variantes
El quiche lorraine (originario de la región de
Lorena, Francia) es la variedad más conocida de quiche. Contiene junto con el huevo y la nata unas pequeñas tiras de beicon. El queso (generalmente es suizo, ya que se funde mejor) no es un ingrediente de la receta original del lorraine. Cuando se añade cebolla al quiche lorraine se dice que es el quiche alsacienne.


Quiche Lorraine
Comensales: 6-8 personas
Tiempo de preparación: 60 minutos

Ingredientes
· masa quebrada (puede ser congelada o fresca; es como el hojaldre pero no sube)
· dos huevos
· 500 ml. de nata líquida
· una cebolla
· 200 gr. de bacón en trozos
· queso enmental rallado para gratinar

Resumen:
Torta salada de masa quebrada horneada rellena de bacón y queso extraída de la cocina tradicional francesa.
Modo de preparación:
Descongelar la masa (a temperatura ambiente, si te acuerdas a tiempo, o en el microondas si vas con prisas).
Extenderla sobre una fuente para horno (a mí la que mejor me va es una de cristal tipo pirex). Si tienes que empalmar dos trozos de masa, asegúrate de que se pegan bien (amasando un poco con los dedos sobre la junta) para que no se salga luego el relleno. Hay que cubrir también las paredes de la fuente.
Pica la cebolla muy finita. Fríela hasta que quede transparente (a fuego lento para que no se queme), y cuando esté lista, añade el bacón. Cuando el bacón esté hecho, apaga el fuego.
En un bol, bate los dos huevos. Añade la nata líquida, y bate un poco más para que se mezclen bien. Añade el bacón y la cebolla al bol, colándolo un poco para que no caiga mucha grasa. Ya tienes el relleno.
Pon el horno a calentar arriba y abajo a la máxima potencia.
Pon el relleno sobre la masa, y echa por encima el queso de gratinar.
Mete la fuente en el horno, y ponlo sólo abajo a unos 200 ºC. Déjalo unos 50 min. (puedes pincharlo para ver si está cuajado el relleno).
Al final, pon un rato el grill para que se dore, pero no demasiado. El tiempo de cocción puede variar en cada horno.
La Quiche está mejor si se deja enfriar un poco, y está deliciosa de un día para otro.
El relleno se puede variar: en lugar de cebolla y bacón se puede poner puerro al vapor, o cebolla al vapor, o calabacín, o jamón de York,..



QUICHE LORRAINE


El Quiche Lorraine es una tarta salada, hecha por primera vez en la región Francesa de Lorena, la zona es rica en producción de mantequilla, leche, queso de calidad junto a la fruta y los embutidos en salazón.Esta hecha con una masa quebrada a base de harina, huevo y mantequilla; que se rellena con una crema de nata y huevo a la que se añade normalmente unas tiras de tocino ahumado troceadas.Cuando lo preparo, me gusta mucho ponerle cebolla dorada en juliana fina, dorada en la grasa del tocino.


INGREDIENTES:
150 g de harina Sal y pimienta negra 3 huevos 75 g de mantequilla 150 g de tocino ahumado 2 cebollas picadas en juliana 125 g de crema de leche 1 pizca de nuez moscada

PREPARACION:
Lo primero es hacer la masa quebrada con la harina, 1 huevo y la mantequilla.

Conviene tamizar la harina para que esté más suelta.

Formamos un volcán y sobre él vertemos el huevo, la sal y vamos amasando poco a poco.

Para agregar la mantequilla, lo hacemos en pequeñas porciones a temperatura ambiente y continuamos amasando hasta hacer una masa compacta.

Con el amasado la pasta va cogiendo temperatura y dificulta un poco la operación de montaje de la tarta, entonces es necesario que la pleguemos con ayuda del rodillo y la dejamos en el refrigerador unas dos horas para que recupere la consistencia.

Pasado este tiempo sobre la encimera enharinada, estiramos bien la masa y procedemos a encamisar (forrar) el molde.

Estiramos la masa quebrada que hemos hecho, forramos un molde de unos 20 cm. de diámetro, pinchamos la superficie para que no salgan burbujas y horneamos unos 10 minutos a una temperatura de 220º.

Por otro lado hacemos el relleno con el tocino, previamente pasado un poco por sartén, luego pasamos las cebollas hasta que doren un poco.

Tanto el tocino, como la cebollas se dejan enfriar un momento, luego se les agrega 2 huevos y la crema de leche.

Batimos bien, salpimentamos y vertemos la crema en el molde.

Nos queda terminar nuestro Quiche por 25 minutos más al horno…..y a saborearlo!!!


IDEAS:

En realidad puede agregarse muchas cosas, como setas, champiñones, claro dejaría de ser el Lorraine, pero sale igual de delicioso.

Les cuento que en una ocasión reemplace el tocino, por salmón trozadito, y la verdad me quedo muy rica. Me gusta acompañarlo con vegetales.

HISTORIA DE LA GASTRONOMIA


PREHISTORIA

ANTES DEL FUEGO
Primeros alimentos: frutos, raíces, hojas y tallos. Luego comenzó la caza de grandes piezas (renos, bisontes, vacunos salvajes y caballos) y de pequeños animales también (lagartijas, erizos, etc.).
Cazaban con arco y flecha y pescaban con anzuelos y con arpones. Arman trampas y acorralan a los animales para ir matándolos a medidas de sus necesidades.
Las primeras herramientas eran fabricadas con piedras, ramas y eran muy simples; tales como cornamentos, hacha de mano, lascas de bordes afilados.

DESPUÉS DEL FUEGO
La domesticación en Oriente de cabras, cerdos, ovejas y asnos dio origen a la ganadería.
La agricultura, la domesticación de las plantas, significó el asentamiento del hombre. Los primeros cultivos fueron: trigo, cebada, avena, col, higos, habas, lentejas, mijo y vid. Se consumían frutos del manzano, el peral, el ciruelo y el cerezo.
Aparecen los primeros recipientes de barro para cocinar los alimentos.
Método de cocción utilizado: asado.
Con el descubrimiento del fuego el hombre comienza a cocer los alimentos con lo cual se digerían mejor, evitaban la transmisión de enfermedades y podían apreciar mejor su sabor.
En la prehistoria, el hombre ya utilizaba el frío como método de conservación de las carnes (bloques de hielo).


EDAD ANTIGUA

PUEBLO EGIPCIO
Se alimentaban de lentejas, hortalizas y frutos; también los tallos de papiro y las raíces y los bulbos de lotus servían de alimento.
El egipcio medio vivía con muy escasas mantenencias: pan, cerveza, cebollas y algunas legumbres.
Las clases privilegiadas comían en forma abundante bueyes, terneras, cabras, ovejas, ocas y pichones.
Comían sentados, separados hombres de mujeres y, es curioso comprobar que, utilizaban cucharas y tenedores de madera o metal.
Las carnes se consumían crudas y en salazón. Los egipcios fueron los primeros comedores de pan.

PUEBLO HEBREO
Como alimentos simbólicos encontramos: el pan y el vino.
Los israelitas cultivaban el olivo, la vid y cereales como el centeno y la cebada.
El agua no era potable por lo que la leche, cuajada y agria, ocupaba un papel muy importante.
Método de cocción utilizado: hervido. De forma accidental, por el batido de la leche contenida en la obre, conocieron la manteca.

PUEBLO GRIEGO
La cocina griega es la madre de la cocina de Occidente
Egis de Todas (uno de los 7 cocineros legendarios de Grecia) llevó a la cocina aristocrática la cocción del pescado aunque tardaron en apreciarlo.
Lo cocinaban con orégano, hinojo y comino. El pescado principal era el atún que se conservaba en aceite de oliva pero había también: rodaballo, dorada, salmonete, pulpo, pez espada y esturión.
Para preparar las cataplasmas y tizanas medicinales usaban el hervido.
Los primeros cocineros griegos fueron panaderos.
La cocina griega aporta a la mundial la entrada de carne de cerdo, los asados y los guisos a base de hierbas aromáticas.
Arquestrato era un cocinero que resumió su experiencia en un poema que llamó "Gastronomía".

PUEBLO ROMANO
La revolución culinaria romana se basó en la incorporación de muchos vegetales que eran desconocidos o considerados inaceptables hasta entonces: la col, los nabos y los rábanos.
La gallina fue la primera de las aves.
El espetón era una cruz de hierro incrustada en la tierra en la que asaban las carnes.
Método de cocción utilizado: asado
Dos grandes cocineros romanos fueron Lúculo y Apicio. Del primero se cuenta que gastaba fortunas buscando manjares extravagantes y alcanzó la máxima celebridad con la frase: "Lúpulo hoy come en casa de Lúpulo" dando a entender a su mayordomo que no hacían falta invitados para comer bien.
Apicio por su parte es autor del famoso recetario de cocina, el más antiguo que se conserva.

EDAD MEDIA

Se comía con las manos y el cuchillo. Luego se extiende el uso de la cuchara y de los palillos.
El tenedor fue un aporte a la cultura de los venecianos aunque durante mucho tiempo no se utilizó y fue considerado: afeminado, demoníaco o tan sólo una curiosidad.
Se inventó el tamiz, coladores con asas, tarteras, ganchos para colgar alimentos, ralladores de queso y nuez moscada y la parrilla
Se destacan los caldos y salsas muy condimentadas que acompañaban platos con las carnes y pescados más variados.
De Persia e India, vienen las especias más caras y nuevos métodos de guisar que desde España se difunden por toda Europa.

EDAD MODERNA

RENACIMIENTO SXV y XVI
Italia introduce en toda Europa, desde Venecia, el tenedor y, desde Murano, las copas de cristal.
Cubiertos de oro, servilletas, escudillas, bandejas y mesas con ruedas y plataformas, aguamaniles y candeleros de plata son vajilla típica de este período.
Método de cocción utilizado: spiedo.
Se maceran las carnes con gran variedad de especias
Se preparan sopas cremas: de pichón, de tortugas, de pollo acompañado de espárragos. También pavos a la frambuesa, cordero con higos.
Como postres se sirven: tortas de almizcle, mermeladas de distintos sabores y cuernos al agua de rosas.
Un plato típico: la olla podrida (alubias, garbanzos, ajo, cebolla con carne y grasas –carnero, vaca, gallina, capón, longaniza, morcilla).
La cocina renacentista se caracteriza por el uso y abuso de los lácteos: la crema, la manteca, la nata y distintos tipos de quesos.

SXVII y XIVIII
Se descubre el procedimiento para la fabricación del Champagne.
Se prepara la bechamel.
Llegando a finales de la edad moderna (luego de la incorporación de los alimentos traídos del Nuevo Mundo), debido al hambre se expande el consumo de la papa

NUEVAS TIERRAS
América y Asia

La papa fue el tubérculo que recuperó del hambre a las sociedades europeas deprimidas. En Alemania se obligaba a los campesinos a cultivarlas. Se preparaban con salchichas, hecha puré, se consumía el almidón y se hervía para hacer aguardiente.
En Inglaterra triunfan las papas al vapor y fritas acompañadas de pescado frito también (fish and chips).

LA GASTRONOMIA COLOMBIANA


Como la mayoría de las cocinas de los diferentes países, la de Colombia está formada por la influencia de otras culturas que llegaron a nuestro país en la época de la conquista y después durante el siglo XIX y XX.
Estas culturas en cuestión fueron, para el siglo XVII y XVIII, la indígena que habitaba el territorio, la española que llegó en los viajes del descubrimiento y la africana que trajeron los iberos como esclavos para trabajar en las minas y los cañaverales. Para el siglo XIX llegaron los franceses y los ingleses, los cuales, nos enseñaron su gastronomía aplicada a toda clase de platillos e ingredientes.

En Colombia hay diversidad de regiones cada una con sus características especiales y por consiguiente sus costumbres culinarias propias. Tenemos zonas de Costas pacifica y Atlántica, zonas selvática, zona de llanos, zona andina con climas diferentes e influencias propias y zona de valles y planicies, cada una conservó sus tradiciones y fue receptiva a las diferentes influencias. Sin embargo existen algunos platos con ingredientes compartidos y preparados a “su manera” en cada provincia como las bebidas hechas de maíz, el sancocho, las arepas, el ají, los caldos, las empanadas, los tamales, los arroces y las carnes.

De la misma manera existen platos que son muy parecidos a los españoles como el caso de los Indios de Guiso o repollo relleno, el arroz atollado derivado de la paella, el puchero asimilado al cocido, las morcillas, chorizos y longanizas herencia de los aragoneses y los pimentones rellenos.
Esta variedad culinaria refleja todo un mestizaje de culturas y gustos a través de los siglos, aunque cada región conservó su especialidad gastronómica.
Desde el punto de vista gastronómico podemos dividir el territorio colombiano de la siguiente manera:

La región Cundiboyacense compuesta por los departamentos de Cundinamarca, y Boyaca con Bogotá y Tunja de capitales respectivamente, ofrece variedad de hortalizas como el apio, el repollo, el pepino, la alcachofa y de tubérculos nativos como la papa, las hibias, los ullucos y los rábanos con los cuales se confeccionan variados platos. En Bogotá, la sobrebarriga a la criolla, el ajiaco bogotano y la papa chorreada el caldo de costilla y papas, así como, las empanadas, los indios u hojas de repollo rellenas de carne y las mazamorras, en Tunja los cubios, las chuguas y arracachas preparados en un suculento puchero boyacense y el cuchuco de trigo con espinazo.
En Boyacá se toma también, la mazamorra chiquita la cual lleva carnes, papa, verduras y maíz, el sabajón elaborado con leche fresca, yemas de huevo, un cuarto de botella de aguardiente, azúcar y canela y clavo, mientras que en Cundinamarca disfrutan del sorbete de curuba el cual lleva las curubas maduras, la leche y el azúcar bien batidas, servido bien espesito. Sus postres más conocidos son el de natas, la cuajada con melao, el arequipe, el dulce de mora, las panelitas y las brevas e icacos en almíbar.

Santander sembrado de arracacha conocida como apio, yuca, plátano y granos se mantienen con cabrito, pepitoria, el ajiaco de arracacha, la mazamorra de mazorca, las brochetas de cordero, el conejo sudado, así como, la arepa con chicharron, la carne oreada y las hayacas, pero el más ancestral es el de las hormigas culonas cuya cosecha se da alrededor de los meses marzo, abril o mayo, se comen tostadas con sal y de postre bocadillo veleño.
Los paisas en su región antioqueña y Viejo Caldas dueños de cultivos de café, fríjol, maíz y plátano, preparan la mazamorra bebida hecha con maíz amarillo, leche y panela picada, el mondongo y el caldo de pajarilla (bazo de res) también los fríjoles en la bandeja paisa, las arepas, los buñuelos, el caldo de menudencias, la sopa de oreja, el sancocho de guineo, la torta de mazorca, el mondongo, los tamales paisas, las morcillas y las empanadas, no puede faltar el postre de café y la natilla.

Los Llanos: conocido por el guarapo o jugo de la caña de azúcar, se puede fermentar con un poco de masa de maíz cocinado, famoso igualmente por sus carnes de ganado cebú, por su vasta región se consigue el pescado, el conejo, la ternera conocida como mamona, el chigüiro y la tortuga preparados al estilo llanero, ya sea frito, a las brasas o cocido. No puede faltar en las comidas el ajipique llanero.

La Amazonía ubicada haciendo frontera con Brasil tiene como alimento básico la fariña o mandioca la cual sirve para preparar tortas de cazabe, llamadas también las farofas o arepas de mandioca (yuca brava).

El Valle del Cauca con el arroz atollado, el tamal y la empanada de Pipián acompañada del nombrado ají de maní. Allí se celebra cada año el Congreso de gastronomía.
El Valle con el champus preparado con maíz trillado, agua, melado de panela, lulos, piña picada, jugo de naranja, astillas de canela, clavos de olor y la ralladura de un cítrico sirve de aperitivo del sancocho de gallina, el pan de bono, los tamales cartagueños y los abojarrados. La arepa de choclo y el manjar blanco pertenecen a su territorio.

Tolima y Huila regiones fruteras de papaya, aguacate y cítricos se conocen con la lechona y los tamales, el sancocho de cola, el pastel de yuca, la torta de bagre, el viudo de pescado y las achiras. En Tolima se toma el masato o bebida de arroz molido con agua, azúcar, astillas de canela y clavos de olor molidos un poco fermentada y los huilenses calman su sed con el boxeador hecho con una botella de leche, papaya partida en trozos, bananos maduros picados, remolacha, miel de abejas, chocolate en polvo, una copa de brandy y azúcar todo bien batido.

Nariño departamento limite con Ecuador prepara la carne de cerdo con salsa de tomate de árbol, el cuy a la brasa como plato típico de la zona.

La Costa Pacífica con sus productos de mar como los langostinos, la langosta y el cangrejo ingredientes de elaborados platos como el arroz marinero, la sopa de almejas, el sancocho de cangrejo y la jaiba, la sopa marinera, el arroz con maduro o el caracol guisado, aparte de las deliciosas carnes, las cocadas y las chancacas como postres.

La Costa Atlántica también caracterizada por sus pescados y mariscos, además del coco, las frutas y el queso aportan recetas como el peto una bebida hecha a base de maíz blanco trillado, leche, canela y panela raspada, la sopa de mojarras, el mote de pescado, arroz con coco por un lado, y por otro el enyucado, la papa rellena y la lengua en leche de coco, las hayacas de Barranquilla, el bollo limpio y la torta de coco. Cartagena también tiene su sancocho de sábalo fuera del arroz con coco, la posta negra o de res, los pescados con achiote, la leche de coco, la arepa de huevo y los enyucados. En la Guajira, a su vez, se come el sancocho de chivo.

San Andrés y Providencia en su calidad de isla tiene su propia gastronomía de la que se distingue el rondón de caracol, el árbol del pan de cuyo fruto se elaboran deliciosas frituras para acompañar los platos típicos, y mariscos guisados con coco.


LA PAELLA



LA PAELLA es el plato más conocido de la rica y variada gastronomía espanola y por ello vamos a explicar sus orígenes.El origen de la paella, como el de todos los platos de la cocina popular de cada zona, no es más que la conjunción de los elementos que cada pueblo tenía a su alrededor. En la zona de Valencia la rica zona de huerta de regadío que proveía a los habitantes de la zona de verduras frescas junto con la habitual cría de pollos y conejos para el consumo familiar y la cercanía de la albufera,además de la existencia de los arrozales y por tanto del arroz, reunía y reune, las condiciones necesarias para la creación de este plato.
A todo esto tenemos que anadirle el marisco y el pescado en la zona del litoral, así como el aceite de oliva propio de la zona del mediterráneo, pues ya tenemos todos los ingredientes con los que se realizan la mayoría de las paellas clásicas. Solo nos faltara una cosa más, el recipiente para cocinarlas. Y este recipiente, no es otro que LA PAELLA

Ingredientes (10 personas):

  • 1 pollo (1,5 Kg) troceado a trocitos pequeños
  • 1/2 Conejo (3/4 Kg) también troceado.
  • 600 grs. de bachoqueta (judía verde)
  • 350 grs. de Garrofó (a modo de judía muy ancha)
  • 4 alcachofas troceadas (facultativo)
  • 100 grs. de tabella (facultativo, a modo de una judía muy pequeña)
  • 200 grs. de tomate triturado para freír
  • 4 dl de aceite de Oliva Virgen extra (casi ½ litro de aceite)
  • 1 pizca de pimentón dulce.
  • Caracoles (Vaquetas, previamente lavadas y hervidas, un puñadito.)
  • Sal
  • Agua
  • Azafrán, o en su defecto colorante alimentario
  • unas ramitas de romero (facultativo)

Elaboración:

En primer lugar, vertemos el aceite a la paella y comprobamos que esta perfectamente equilibrada(es decir, que el aceite ocupa el centro de la paella y no no se desplaza hacia un lado), esta operación es básica, así no tendremos problemas con el arroz y todo él cocerá por igual.

Cuando el aceite esta caliente añadimos la carne (pollo y conejo, con su sal correspondiente)
Cuando la carne esta dorada y no antes (no hay que tener prisa) añadiremos la bachoqueta, el garrofón si es tierno (si fuera congelado lo añadiremos con el agua), la tabella y las alcachofas(que no habremos troceado hasta que las tengamos que añadir, así no se oxidaran y no dará color negruzco a la paella.)
Cuando consideremos que las verduras estén rehogadas añadiremos el tomate triturado, que freiremos y repartiremos por toda la paella. Cuando consideremos, que está frito, en ese momento añadiremos una pizca de pimentón dulce, y 30 segundos después añadiremos el agua, justo hasta que este por encima de los remaches de las asas de la paella, añadiremos en este momento los caracoles(previamente lavados y hervidos).
Después de aprox. 30- 45 minutos hirviendo el caldo habrá bajado por debajo de los remaches, rectificaremos de Sal(pensad que luego añadiremos el arroz y el almidón endulza la paella, así que es conveniente que el caldo este un poquito gustosito) añadiremos el colorante alimentario y llega el momento de añadir el arroz. El arroz lo añadiremos de la siguiente forma, tras practicar una abertura en el paquete de arroz siguiendo el diámetro de la paella tiraremos el arroz en línea recta y de parte a parte haciendo que sobresalga sobre el caldo 1 dedo, (es la forma de calcular el arroz que entra en una paella sin equivocarnos), repartiremos con una rasera (paleta, cucharón etc.)muy bien el arroz por toda la paella, añadiremos unas ramitas de romero si nos apetece para que infusione le caldo, subiendo el fuego durante los primeros 5 minutos para que hierva a borbotones, pasados estos retiraremos el romero y bajaremos el fuego para conseguir que el caldo desaparezca en los próximos 13 minutos, si utilizamos leña es importante retirar el fuego del medio y repartirlo hacia la periferia de la paella para evitar que se nos agarre demasiado el arroz y pasemos de tener el típico "socarraet" a tener arroz socarrado.
dejar reposar 5 minutos y buen provecho.